El legendario actor Gene Hackman, de 95 años, fue encontrado sin vida junto a su esposa, la pianista Betsy Arakawa, de 64 años, en su hogar ubicado en Santa Fe, Nuevo México. Además, el perro de la pareja también fue hallado muerto en el lugar. Hackman, ganador de múltiples premios y considerado un ícono del cine, había mantenido una vida retirada en los últimos años, alejado de los reflectores.
Según un comunicado emitido por la Oficina del Sheriff del Condado de Santa Fe, los cuerpos fueron descubiertos el miércoles 26 de febrero a las 13:45, hora local. Las autoridades indicaron que, por el momento, no hay indicios de que la causa del fallecimiento esté relacionada con un acto violento. Sin embargo, aún se está llevando a cabo una investigación para esclarecer los hechos.
Nacido en San Bernardino, California, en 1930, Hackman tuvo una infancia difícil tras la pérdida de sus padres a una edad temprana. Posteriormente, estudió periodismo en la Universidad de Illinois, aunque su verdadera pasión lo llevó a incursionar en la actuación. Su formación artística comenzó en el Teatro de Pasadena, donde compartió estudios con Dustin Hoffman, con quien entabló una amistad que los llevó a buscar oportunidades en Nueva York. Allí también coincidió con el actor Robert Duvall, con quien forjó una sólida relación profesional.
Su carrera despegó con su actuación en Bonnie and Clyde, película que lo catapultó a la fama y consolidó su prestigio en la industria cinematográfica. Hackman se destacó por su versatilidad interpretativa, lo que le permitió obtener dos premios Óscar por sus inolvidables papeles en The French Connection y Unforgiven. A lo largo de su trayectoria, participó en numerosas películas que marcaron la historia del cine.
En 2004, Hackman decidió retirarse definitivamente de la actuación y dedicarse a la escritura y la pintura, estableciéndose en Santa Fe junto a su esposa. En su vida lejos de Hollywood, publicó varias novelas y disfrutó de una existencia más tranquila. Fue en este hogar donde ambos fueron encontrados sin vida, poniendo fin a una de las trayectorias más emblemáticas del séptimo arte.